Seguro que muchas veces has oído hablar de lo peligroso que es tener un nivel alto de colesterol en sangre para nuestras arterias, de que constituye el principal enemigo de nuestra salud vascular. Pero la verdad es que resulta necesario para el organismo y no tenemos que verlo como una sustancia indeseable por sí misma. Además somos capaces de producir la suficiente cantidad de colesterol para satisfacer nuestras necesidades sin que tengamos que ingerirlo. El colesterol forma parte de las membranas que protegen a las células del reino animal. Es la materia prima para la producción de las hormonas sexuales y suprarrenales, así como de la bilis, necesaria para la digestión de las grasas.
Pero, ¿qué ocurre cuando nuestro nivel de colesterol empieza a ser demasiado alto? Pues que se convierte en un factor de riesgo cardiovascular. El colesterol resulta nocivo cuando circula en nuestro organismo en exceso, depositándose en las paredes de nuestras arterias, aumentando el riesgo de arteriosclerosis e infarto. Pero un nivel elevado de colesterol en sangre no es suficiente para que se produzca arteriosclerosis. La arteriosclerosis es una combinación de varios factores: un nivel alto de colesterol en sangre, carencia de sustancias antioxidantes (vitaminas A, C y E ) debido a una dieta pobre en frutas y hortalizas, exceso de grasas saturadas, falta de ejercicio físico, tabaco, estrés y también la herencia genética. Así pues si eres una persona fumadora, llevas una dieta rica en grasas y pobre en frutas y verduras, no practicas ningún deporte y tu nivel de estrés es excesivo, deberías empezar a considerar cambiar tu estilo de vida. Intentar bajar el nivel de colesterol sólo mediante ciertos fármacos o dietas no es suficiente para evitar la arteriosclerosis. Hay que analizar nuestros hábitos de vida y realizar «cambios». De hecho en muchos casos de infarto el nivel de colesterol se encuentra en niveles considerados normales.
¿Es posible bajar el nivel de colesterol de manera natural sin recurrir a fármacos?
¿Los fármacos son indispensables para reducir el nivel de colesterol? Pues en algunas personas probablemente sí, en las que haya un factor genético importante, pero en muchos casos cambiando hábitos y alimentación el colesterol llega a niveles saludables sin medicación, tal como se trabaja desde la naturopatía. Te invito a descubrir cómo.
Existen dos tipos de colesterol en sangre y en su equilibrio se encuentra la clave. El colesterol LDL es el llamado «colesterol malo», y es el que favorece la arteriosclerosis. El colesterol HDL es el «colesterol bueno», y éste protege a nuestras arterias de la arteriosclerosis. El aceite de oliva y el ejercicio físico aumentan el nivel de colesterol HDL. Para disminuir el riesgo de arteriosclerosis e infarto es necesario reducir el nivel de colesterol total (la suma del colesterol LDL y del HDL) y aumentar el nivel de antioxidantes en la sangre. Esto se consigue siguiendo una dieta rica en frutas, hortalizas frescas y otras verduras.
Empecemos por la dieta
Para reducir la tasa de colesterol es indispensable renunciar a ciertos grupos de alimentos y sustituirlos por otros más saludables. A continuación te expongo los cambios recomendados:
- Legumbres por carnes rojas, mariscos o embutidos. Las carnes rojas son las de ternera, cordero y cerdo. Suben el nivel de colesterol, así como los mariscos crustáceos (gambas, langostinos, carabineros, etc) que contienen el doble de colesterol que la carne. Las legumbres contienen fibra soluble, la cual reduce el colesterol. El pescado o la carne de ave sin piel no reducen en sí mismas el colesterol, pero sí son favorables como sustitutos de las carnes rojas.
- Aceite de oliva virgen o aceite de semillas por mantequilla y bacon. El aceite de oliva es un gran protector de nuestras arterias. La mantequilla y el bacon se encuentran entre los alimentos más dañinos para la salud de nuestras arterias. ¡Cuidado con la margarina! Nos la venden como un alimento saludable pero nada más lejos de la realidad. La margarina está hecha con aceites vegetales, lo cual nos haría pensar que son más sanas, pero la realidad es que estos aceites de semillas son sometidos a procesos industriales de hidrogenación para volverlos semisólidos. En estos procesos lo que sucede es que un aceite de semillas insaturado se convierte en una grasa saturada tan nociva como la grasa animal, además de contener residuos tóxicos potencialmente dañinos para la salud.
- Leches vegetales por leche completa. Las leches vegetales (soja, avena, arroz, almendras) no contienen nada de colesterol, no como la leche animal que sí que contiene colesterol y grasas saturadas. Una vez más ¡cuidado con la leche desnatada! La leche desnatada sigue teniendo caseína (una de sus proteínas), la cual aumenta el nivel de colesterol.
- Tofu y aguacate por quesos curados. Ambos alimentos, el tofu y el aguacate, reducen el nivel de colesterol. El aguacate además contiene vitamina E, un poderoso antioxidante. El queso curado contiene grasa saturada, colesterol y sodio, tres sustancias nocivas para las arterias. El queso fresco es preferible al queso curado, aunque no tan saludable como el tofu o el aguacate.
- Frutas desecadas, miel o melaza por pasteles y bollería refinada industrial. Los pasteles y bollos contienen azúcares refinados (muy nocivos para la salud) y ácidos grasos hidrogenados (igual que la margarina) que aumentan el colesterol y favorecen la arteriosclerosis. La bollería integral es preferible siempre y cuando no esté elaborada con grasas hidrogenadas. El chocolate es un gran enemigo de nuestras arterias y de nuestro hígado. Su grasa aumenta el nivel de colesterol. Las frutas desecadas (higos secos, dátiles, ciruelas pasas, etc), la miel y la melaza son los dulces más saludables.
¿Qué debemos comer entonces?
Te recomiendo seguir las siguientes pautas:
- Fruta. Una dieta abundante en fruta nos previene de la arterioesclerosis y mejora el riego sanguíneo de nuestros tejidos.
- Cereales integrales. La arteriosclerosis parece estar relacionada con dietas ricas en harinas refinadas (bollería, pan blanco, pasteles, etc). Es mejor sustituir todos esos alimentos por otros elaborados por harinas integrales.
- Legumbres. Ricas en proteínas, hidratos de carbono y bajas en grasas saturadas y sodio.
- Hortalizas y verduras. Al igual que las frutas, son indispensables para la salud de nuestro organismo.
- Frutos secos. Los frutos secos aportan ácidos grasos insaturados que reducen el nivel de colesterol y vitamina E de acción antioxidante, por lo que evitan la arteriosclerosis. Pero ¡ojo! Hay que consumirlos crudos, jamás fritos.
- Ajo. Si puedes consumirlo crudo es un eficaz alimento reductor de la grasa en sangre (a parte de otras muchas propiedades), y si no lo toleras hay preparados en herbolarios que también resultan efectivos.
- Aceites vegetales. Tenemos que sustituir las grasas de origen animal por aceites de semillas, que reducen la producción de colesterol en el organismo.
¿Qué ocurre con los aditivos alimentarios?
La mayoría de las personas ingerimos alimentos procesados sin tener en cuenta que clase de aditivos contienen, suponiendo que si son aptos para el consumo humano no deben ser nocivos. Pero una vez más nada hay más lejos de la realidad. En el amplio campo de los aditivos alimentarios hay dos grupos que deberías tener presente cada vez que mires la etiqueta de cualquier alimento procesado que compres en el supermercado si quieres ver disminuido tu nivel de colesterol. Veamos cuáles son:
- Los monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos y todos sus ésteres. Los podrás encontrar en las etiquetas por su nombre o por sus siglas alfanuméricas: E-471, E-472 (a, b, c, d, e y f), E-473 y E-474. Son aditivos realmente muy peligrosos para la salud arterial. Son ácidos grasos industriales de muy mala calidad y que aumentan el nivel de colesterol y triglicéridos en sangre. Su efecto es tal que a pesar de consumir una dieta rica en los alimentos de los que hablé anteriormente si no los eliminas de tu ingesta diaria tu nivel de colesterol no bajará, o bajará muy poco. Están presentes en muchas marcas de galletas, bollería industrial, pan (mira bien la etiqueta del pan que compras en el supermercado) y todo tipo de alimentos precocinados.
- Las grasas hidrogenadas y parcialmente hidrogenadas. Son grasas de origen vegetal que como ya expliqué anteriormente son sometidas a procesos industriales que las vuelven saturadas y tóxicas. Se encuentran en la margarina, galletas, bollería, alimentos precocinados, salsas, fritos, etc. Cuidado cuando veas una etiqueta en la que aparezca únicamente «grasa vegetal», lo más probable es que se trate de una grasa hidrogenada, o bien grasa de palma o de coco, saturadas y tan nocivas como la grasa de origen animal. El proceso de freír los alimentos, aunque sea con un aceite de semillas, provoca la hidrogenación de ese aceite. El aceite de oliva es el que mejor soporta las altas temperaturas en los procesos de frituras, pero si quieres bajar tu colesterol es mejor que te olvides de freír los alimentos que vas a consumir.
Como conclusión, si quieres bajar tus niveles de colesterol antes de probar con fármacos (que quizás no necesites y que a la larga producen efectos secundarios indeseables) sigue estas recomendaciones dietéticas, practica ejercicio físico, deja de fumar y aprende a tomarte la vida de manera más relajada. Sé que son muchos cambios, pero tu salud es la recompensa.