Los usamos para ambientar nuestros hogares, sabemos que se usan en cremas y lociones, pero pocos somos conscientes de las sorprendentes capacidades terapéuticas de los aceites esenciales. ¿Quieres saber un poco más sobre ellos? En este artículo te los presento.
¿Qué son los aceites esenciales?
Los aceites esenciales se han usado desde la antigüedad en diversas civilizaciones. Por ejemplo en el antiguo Egipto se sabe que se usaban en el proceso de momificación.
Fue en el año 1928 cuando apareció por primera vez el término «aromaterapia«, que fue acuñado por el químico francés René Gattefossé para hacer referencia al uso de estos aceites en dermatología y en la fabricación de cosméticos. Este químico intuyó las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales al comprobar casualmente sobre sí mismo los efectos de la lavanda en una grave quemadura en la mano.
Así pues la aromaterapia es el uso de aceites esenciales con fines terapéuticos o preventivos. Los aceites esenciales son esencias que aparecen concentradas en alguna partes de las plantas, en las flores, raíces, corteza, frutos, etc. Se obtienen por medio de la destilación al vapor de dichas partes. Son muy volátiles y sensibles a la temperatura. Se presentan en concentraciones extremadamente altas por lo que se necesita una gran cantidad de la planta para obtener apenas unos mililitros de aceite esencial. Por ejemplo, para conseguir 900 gramos de aceite esencial de lavanda se necesitan 100 kilos de dicha planta. He aquí la explicación del porqué son tan caros, algunos más que otros.
Propiedades terapéuticas de los aceites esenciales
Las propiedades de los aceites esenciales son amplísimas, teniendo muchos de ellos varias aplicaciones terapéuticas. En general sus propiedades , y dependiendo del aceite del que estemos hablando, se pueden clasificar en: antisépticas, antibacterianas, diuréticas, antiespasmódicas, sedantes, tonificantes, depurativas, antirreumáticas, afrodisíacas, etc.
Uso de los aceites esenciales
Las formas de uso son variadas. Los aceites esenciales se pueden inhalar, usarlos en masajes mezclados con un aceite base, tomarlos por vía oral, en baños, cataplasmas, cremas, al hacer gárgaras, en difusores, etc.
Es importante que los aceites sean de buena calidad y totalmente orgánicos, y si su uso va a ser por vía oral debemos asegurarnos que el aceite que adquirimos sea apto para el consumo humano. Si tenemos dudas no debemos nunca ingerirlos, podría ser muy peligroso. Muchos de los aceites que se venden en el mercado no son puros, sino que llevan ingredientes sintéticos que pueden ser perjudiciales para la salud. Estos aceites están pensados para usarlos como ambientadores en quemadores por ejemplo, pero mi consejo es que los aceites que usemos, sea para lo que sean, sean 100% puros.
Cuando los vamos a consumir por vía oral la dosis recomendada suele ser entre una y tres gotas, de una a tres veces al día, diluidas en una cucharadita de miel o bien en una infusión que no esté excesivamente caliente. Las altas temperaturas alteran las propiedades de los aceites esenciales. El uso de los aceites esenciales por vía oral requiere del asesoramiento profesional de un aromaterapeuta ya que pueden resultar tóxicos mal administrados. De hecho incluso algunos aceites no pueden ser ingeridos debido a su alta toxicidad.
Podemos también difundir las esencias en el ambiente. Para ello se utilizan generalmente recipientes de cerámica o porcelana que se calientan con una vela, pero si queremos conservar las propiedades de los aceites esenciales lo mejor es un difusor por ultrasonidos, que rompe las moléculas del aceite y las vaporiza en el ambiente. Al no usar temperaturas altas no destruyen los principios activos de los aceites.
Para masaje se utiliza un aceite base, como por ejemplo el aceite de almendras, al que se le añaden unas gotas del aceite o aceites esenciales que deseamos usar. Las cantidades dependerán de la cantidad de aceite base que se vaya a usar, pero como referencia podemos tomar dos gotas de aceite esencial por cada dos cucharadas de aceite base.
Precauciones en el uso de los aceites esenciales
Además de las descritas en el consumo por vía oral tenemos que tener en cuenta que los aceites esenciales no deben usarse en mujeres embarazadas y en niños menores de dos años. Otro dato a tener en cuenta es que algunos aceites esenciales tienen propiedades fotosensiblizadoras, por lo que la toma y el contacto con aceites esenciales se deben evitar antes y durante la exposición al sol.
Hay que tener cuidado también con la posibilidad de que algunas personas pueden presentar alergia a algún aceite en concreto. Como prevención podemos verter una gota del aceite esencial en el antebrazo por ejemplo. Si la zona se pone roja o aparece cualquier tipo de alteración en la piel el uso de ese aceite está desaconsejado.
Hay que tener cuidado especialmente con los siguientes aceites esenciales por sus posibles efectos tóxicos: artemisa, hinojo, ruta, sabina, mostaza negra y tuya.