La Moxa un regalo de la naturaleza

La moxibustión es una técnica que consiste en la aplicación de calor sobre puntos o canales de acupuntura o en determinadas zonas locales con el objetivo de producir cambios biológicos y consecuentemente tener un efecto terapéutico. Este calor se consigue con las hojas de una planta denominada «Artemisia Vulgaris». La fitoterapia occidental reconoce sus propiedades tonificantes. Tras el proceso de la moxa se obtiene un producto denominado «lana de moxa» que es muy moldeable. La moxa arde muy lentamente y emite un infrarrojo de corta longitud de onda, lo cual caracteriza su acción penetrante.

Lana de Moxa

 

Las técnicas de moxibustión han estado ligadas a las de la acupuntura desde hace miles de años, se cree incluso por textos encontrados en la tumba de Ma Wang Dui que esta técnica es anterior a la propia acupuntura. El término moxa viene de la palabra japonesa «mogusa». La técnica más antigua  y primitiva era «quemar» de una forma agresiva la piel. Estas prácticas agresivas fueron abandonadas por otras técnicas más suaves y sutiles, sobretodo las técnicas de moxa desarrolladas en Japón que se caracterizan por el uso de técnicas templadas.

La importancia de las técnicas de moxa son tan importantes en Japón que se han creado escuelas específicas para el tratamiento único con técnica de moxa. Estás son las escuelas de Fukaya y Sawada, ambas creadas por los maestros Isaburo Fukaya y Ken Sawada.

Chinetsukyu regulando la vitalidad

Chinetsukyu regulando la vitalidad

Las técnicas de moxa japonesa  se aplican de diversas maneras, siempre moldeando la lana de moxa y dándole una forma específica. Una de las más conocidas y populares en Japón es el okyu, que consiste en hacer pequeños conos o gránulos del tamaño de una semilla de sésamo y colocarlos en determinados puntos para producir un estímulo muy concreto y penetrante. Otras formas de moxibustión son el Chinetsukyu (conos de mayor tamaño con una función reguladora del Qi) y el Kyutoshin (bolas en el mango de la aguja). Dependiendo de la técnica empleada se usan diferentes calidades de moxa, así por ejemplo para el Kyutoshin se usa moxa tipo «wakakusa» y sin embargo  para el okyu debe usarse moxa del tipo super-pura, lo cual garantiza el uso óptimo de cada técnica.

Indicaciones de la moxa

En líneas generales las propiedades de la moxa tiene los siguientes efectos beneficiosos:

  • Influye positivamente en la acción del sistema inmunológico.
  • Efectos analgésicos
  • Efectos antiinflamatorios
  • Efectos antisépticos.
  • Efectos de tonificación energética en la circulación del Qi.
  • Efectos beneficios sobre la química sanguínea y el sistema nervioso
  • Alivio de tensión en puntos focales dolorosos.

 

Como podemos observar las técnicas de moxa deben tenerse en gran consideración  ya que sus efectos beneficiosos son múltiples. Uno de mis maestros siempre decía: «Desconfiad del acupuntor que no usa moxa en sus tratamientos» (En alguna de sus técnicas o variantes).

La moxa pues está indicada para cualquier enfermedad que afecte al sistema inmunológico, para todas aquellas lesiones que hayan producido un daño tisular y requieran un máxima atención del organismo para «reparar» la zona afectada (como ocurre en un esguince), aquellas contracturas rebeldes o antiguas que son muy difíciles de eliminar con masaje o técnicas osteopáticas, y en general en estados de carencia energética, ya que la moxa estimula la energía interna.

Un ejemplo de una aplicación de moxa muy conocida en Japón es el tratamiento psicosomático de Fukaya, que se aplica  en cualquier persona que tenga síntomas psíquicos o psicológicos y que tengan además una repercusión física. O en aquellas situaciones de stress laboral en la que la persona tiene la sensación de no poder más, esas situaciones normalmente tienen una somatización física. Por ejemplo stress que causa dolor de cabeza , de espalda, alteraciones intestinales, etc.. Es una técnica muy sencilla en la que se localiza nódulos dolorosos en los espacios intervertebrales de las vertebras dorsales D2 a D9.

Teniendo en cuenta todo lo expuesto anteriormente podemos considerar a la moxa como un auténtico regalo de la naturaleza, que los antiguas culturas orientales supieron apreciar desde hace miles de años.